Después de terminar el curso de AFHA en León en el año 1972, realmente conocía muy poco de lo que en fotografía se hacía y se había realizado. Comencé a comprar la revista Arte Fotográfico, como otros tantos aficionados a la fotografía en España, de alguna forma, fue el referencial de lo que ocurría en aquellos momentos en la fotografía española.
Después de terminar el curso de AFHA en León en el año 1972, realmente conocía muy poco de lo que en fotografía se hacía y se había realizado. Comencé a comprar la revista Arte Fotográfico, como otros tantos aficionados a la fotografía en España, de alguna forma, fue el referencial de lo que ocurría en aquellos momentos en la fotografía española.
En 1973, mi ingreso en Renault me trajo a Valladolid, actualmente vivo en Tudela de Duero.
Posiblemente de una forma más intuitiva que consciente, decidí que mi obra tenia que fundamentarse en los fotomontajes, posiblemente con más dificultad técnica que las obras que realizaban la mayoría de los fotógrafos, pero sin duda con mas posibilidades de desarrollar una obra más personal, más representativa.
Después de terminar el curso de AFHA en León en el año 1972, realmente conocía muy poco de lo que en fotografía se hacía y se había realizado. Comencé a comprar la revista Arte Fotográfico, como otros tantos aficionados a la fotografía en España, de alguna forma, fue el referencial de lo que ocurría en aquellos momentos en la fotografía española.
En 1973, mi ingreso en Renault me trajo a Valladolid, actualmente vivo en Tudela de Duero.
Posiblemente de una forma más intuitiva que consciente, decidí que mi obra tenia que fundamentarse en los fotomontajes, posiblemente con más dificultad técnica que las obras que realizaban la mayoría de los fotógrafos, pero sin duda con mas posibilidades de desarrollar una obra más personal, más representativa.
En mis manos cayo, no puedo recordar cómo, un libro de Edward Steichen. Este libro me marco mucho personalmente, sobre todo el fotomontaje de Rodin con “el pensador” y la imagen de la escultura de Víctor Hugo, realizado en el año 1902.
Mi primera cámara fue una Kodak Retina S2 de fabricación alemana con óptica Schneider-Kreuznach, ya tenía enfoque, diafragmas y velocidades. La compre con mis horas extras de Batano, empresa donde trabajaba en León.
Mi abuelo materno nos dejó, lo que se llama la legitima, me correspondieron 30.000 pesetas, con lo que me compre una FUJUCA ST 801 con óptica de 50 mm. Todas estas fotografías de mi primera época, las realice con ella.
Mi ampliadora era una DURD M700, la compre ya estando en Valladolid, la óptica que utilizaba era la misma de la cámara Fujica, no había más.
Mis luces de estudio eran lámparas Photofox montadas en latas cilíndricas a forma de foco.
La serie de los montajes, 1974 / 1985, marcaron la pauta a seguir, a lo largo de mis ya muchos años de fotografía, he sentido de la necesidad de realizar una obra que fuera más de investigación propia, lejos de las corrientes de moda, intentando siempre, por encima de otras valoraciones que fuera una obra más personal que me identificara.
Siempre he seguido una consigna: “si está ya echo, ya no es necesario hacerlo”, únicamente espero que siga teniendo las ideas necesarias para no repetirme, de lo contrario ya no merecerá la pena seguir.